Uno puede ser un gran profesional y experto en lo que hace pero al final del día todo se resume a si tienes un buen jefe o un mal jefe. El bueno habrá fomentado el trabajo en equipo y te sentirás motivado, el malo habrá hecho de tu vida una miseria y seguramente bloqueado tus expectativas a todos los niveles. Esa es la simple ecuación que separa tu buen día en la oficina de otro malo en el infierno. Así que ponte cómod@ porque mis intenciones son prácticas: revelarte cómo detectar malos jefes…y evitarlos.
He trabajado en varias empresas y bajo diferentes tipos de profesionales pero jefes de verdad tuve muy pocos, al resto con el tiempo y experiencia les terminé poniendo la etiqueta de “gestores de personas” y los guardé en el cajón de los errores a no imitar. En cambio a esos que considero mis buenos jefes, y a quienes les guardo un gran aprecio, los tengo presentes en mi cabeza junto a mis buenos maestros de escuela y profesores de universidad.
Recuerdo una entrevista que le hicieron hace un par de años a Jack Ma, dueño de Alibaba y cuya vida es cuanto menos curiosa (prometo un día escribir sobre él y me entenderán). En cierto momento de la entrevista le preguntan «¿qué consejo le darías a las personas que quieren prosperar en la vida?» Jack Ma respondió con unos cuantos consejos para cada etapa vital pero éste es el que más me sirvió en ese momento profesional: “Antes de los 30 años no se trata de en qué empresa participas, sino a qué jefe vas a seguir. Es muy importante saber qué tipo de jefe vas a seguir. Un buen jefe te enseña de forma diferente”.
Detrás de cada jefe hay un grupo de subordinados que conviven con él más de ocho horas diarias para bien y para mal, y de quien cuyas vidas profesionales depende, así que no hay lugar a dudas del papel que juegan los jefes en la vida de muchos.
Para Robert Sutton, profesor de Stanford y escritor del best seller “Buen jefe, mal jefe. Cómo ser el mejor y aprender de los peores”, el éxito o el fracaso de cada jefe depende de lo bien o lo mal que gestione estas relaciones humanas. Estudios realizados por Robert Hogan en 2008, y a los que Sutton se refiere, ponen de manifiesto que cerca del 75% de empleados afirma que su supervisor inmediato es el aspecto más estresante de su trabajo.
Entonces, ¿cómo detectar a un mal jefe?
Sutton termina su libro analizando las causas que conducen a ser un mal jefe y proponiendo unas recomendaciones para ponerle remedio, no sin cierto humor. Éstos son los 12 comportamientos característicos de los malos jefes:
- Insultan de manera personal
- Invaden el territorio personal
- Aparecen sin invitación
- Amenazan verbal y no verbalmente para intimidar
- Hacen bromas sarcásticas y provocaciones como manera de insultar
- Envían correos electrónicos tipo bombas (o llamas)
- Hacen criticas con el propósito de humillar a sus víctimas
- Tienen rituales públicos para avergonzar o degradar
- Hacen interrupciones rudas
- Tienen doble cara (y así atacan)
- Ponen caras y gesticulan con lo que no es de su agrado
- Tratan a la gente como si fuera invisible
Las medidas que propone el autor para protegerse ante una situación como la que expone son:
- Escapar.
- Si la opción anterior no es posible:
- Mantener tan poco contacto como sea posible con los imbéciles del lugar para evitar el contagio.
- Utilizar el arte del distanciamiento e indiferencia emocionales, que consiste en no dejar que su veneno entre en contacto con el alma.
- Intentar, como jefe, ofrecer a sus colaboradores directos zonas libres de cretinos, para exponerlos a actitudes civilizadas en lugar de a situaciones reprobables.
Y para terminar y si quieres saber más sobre cómo sobrellevar un mal jefe, dejo este vídeo.